El té es la segunda bebida más consumida en el mundo, después del agua. Su descubrimiento es milenario y en torno a él se transmitieron diferentes relatos con respecto a su origen. Si bien a través de la tradición oral conocemos tres leyendas, existe un consenso general acerca de que el té se descubrió en China. Veamos qué cuenta cada uno.
Leyenda china:
Según el relato chino, el té fue descubierto en el encuentro mágico entre una hoja de Camellia Sinensis y un recipiente con agua caliente. Corría el año 2750 A.C. cuando el emperador chino Shen Nung, estaba recostado debajo de un árbol y al caer una hoja en su cuenco, bebió la infusión y quedó extasiado por el intenso aroma y sabor de la mezcla. Como experimentó sensaciones muy reconfortantes decidió promover el cultivo y consumo a su pueblo, convirtiéndose luego en el «el labrador divino».
Leyenda japonesa:
Según el relato japonés, la costumbre fue traída desde India y tiene como protagonista a Bodhidharma, el fundador del budismo zen. El patriarca hizo la promesa de meditar durante siete años y a pesar de ello, una noche se quedó dormido. Ante su enfado, se cortó los párpados, los arrojó al suelo y en cuanto éstos tocaron el suelo, echaron raíces y pronto se convirtieron en un arbusto grande. Cuando Bodhidharma vio el milagro se preparó una infusión con esas hojas y el efecto fue tan estimulante y refrescante que lo consideró un regalo divino. En la escritura japonesa, los caracteres de párpados y de té son los mismos al día de hoy.
Leyenda india:
En India también se practica el budismo zen y comparten al patriarca Bodhidharma. Cuenta el relato que el monje había hecho la misma promesa de meditar durante 7 años y al despertarse miró a su alrededor y contempló la miseria, el hambre, las guerras y las penurias que aquejan a las personas y lloró; y de esas lágrimas que cayeron al suelo creció la Camellia Sinensis.
Si bien no existen fuentes escritas respecto de estos relatos, los tres dan cuenta de lo que simboliza el té: una bebida para el bienestar mental, corporal y espiritual.
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